Reguladores de ph
Garantice un agua cristalina y equilibrada con nuestros reguladores de pH, la clave para el disfrute seguro de su piscina.


Nuestros reguladores de pH son la clave para mantener el equilibrio perfecto en el agua de su piscina. Diseñados para garantizar niveles de pH óptimos, estos productos son esenciales para un entorno acuático saludable y cristalino. Con fórmulas precisas y eficaces, nuestros reguladores no solo controlan el pH, sino que también ayudan a mantener el equilibrio general del agua, previniendo problemas como la corrosión o la formación de depósitos minerales. Confíe en nuestra gama de reguladores de pH para piscinas, la elección ideal para mantener un agua equilibrada y disfrutar de un entorno de natación seguro y confortable.
Equilibrio del agua de la piscina.
Después de la desinfección, es crucial mantener el equilibrio del agua para evitar la formación de algas y garantizar su claridad. Para ello, necesitarás los siguientes productos:
• Floculantes: facilitan la labor del filtro al agrupar las partículas pequeñas, evitando así la formación de espuma y la turbidez del agua.
• Antialgas: evitan la aparición de algas, que pueden proliferar incluso después de la desinfección del agua.
• Cloro líquido: recomendado para desinfección de choque, conocido como hipoclorito de sodio.
Cloración salina. Este método implica la adición de sal o cloruro sódico al agua de la piscina y su posterior tratamiento con un equipo especial para separar el cloro y el sodio. Esto evita la irritación y sequedad de la piel, así como las molestias en los ojos y las mucosas.


El mantenimiento de piscinas ¡Pasos a seguir!
Siguiendo estos simples pasos, tu piscina estará lista para disfrutar en cualquier momento. Como consejo adicional, antes de llenarla, asegúrate de limpiar a fondo las superficies con un limpiador especial para piscinas.
Aplica durante 30 minutos, deja actuar y luego enjuaga abundantemente. Después, sigue estos pasos:
1. Analiza el nivel de acidez del agua con las tiras indicadoras de pH y ajusta con un regulador de acidez según sea necesario.
2. Desinfecta el agua con cloro, siguiendo las dosis recomendadas.
3. Verifica nuevamente el pH y el cloro, ajustándolos según sea necesario cada vez que se añada agua a la piscina.
4. Aplica antialgas para prevenir su aparición.
